Al menos 16 víctimas fatales, denuncias sobre un centenar de personas desaparecidas que se siguen buscando y casi 1.500 evacuados es el saldo “humano” que hasta ahora arroja la gran inundación sufrida el viernes en Bahía Blanca y localidades aledañas. Consecuencias de una sistemática desinversión estatal en obras públicas, falta de prevención y ausencia de un plan de contingencia ante eventos climáticos de estas dimensiones.
Mientras todos los medios nacionales reflejan testimonios e imágenes de un pueblo entero sumido en la desesperación, familias que no pueden regresar a sus hogares inundados y también la solidaridad que se organiza desde abajo; la política tradicional ya muestra sus miserias, con sus máximos exponentes buscando zafar de las responsabilidades que les caben en este crimen social.
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Este domingo el intendente Federico Susbielles brindó junto a su gabinete una conferencia de prensa desde la Municipalidad. Allí se preocupó especialmente en marcar su cercanía con el gobierno provincial de Axel Kicillof, sobre el que no escatimó elogios, a la vez que “agradeció” la llegada a la ciudad de los ministros nacionales de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri, pero dejó en claro su distancia política con la gestión de La Libertad Avanza.
Las rencillas entre gobernantes afloran a las puertas de la campaña electoral e impregnan los discursos de intendentes, gobernadores, presidentes y ministros. Incluso en medio de una catástrofe humanitaria como la que se vive en estos días, siempre tienen tiempo y espacio para agitar sus “internas” interestatales. Y en esas “grietas” aparecen algunos datos que importan.
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En su conferencia de prensa, Susbielles dijo que estimaciones preliminares indican que para reconstruir la ciudad y reparar los “daños infinitos” se necesitarán “más de $ 400.000 millones”. Y en un guiño a la Gobernación, casi como un vocero de Kicillof dijo que la gestión de Unión por la Patria realizará “un anuncio la semana que viene” sobre los aportes económicos que realizará la provincia.
Fue entonces cuando el Intendente dijo a la prensa que se enteró “a través de las redes sociales” de la autorización por parte del ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, respecto a un aporte del Estado nacional de $ 10.000 millones “para reparar daños”.
Si Susbielles no miente (y en este caso no habría por qué pensar que lo estaría haciendo), el aporte que, al menos hasta el momento, se comprometió a realizar el Gobierno nacional a Bahía Blanca representa apenas el 2,5 % del monto proyectado por las autoridades locales. Si los cálculos son conservadores (todo hace suponer que se requerirán más fondos para una reconstrucción completa) ese porcentaje será incluso menor.
Para tomar sólo un ejemplo, se calcula que la reconstrucción del Hospital Penna, el más importante de la región (del que las imágenes de la neonatología inundada fueron de las primeras en viralizarse el viernes), demandaría casi $ 19.000 millones, es decir el doble de lo aportado por Milei y Caputo.
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Una vez más, Milei y compañía muestran lo que son: estafadores. Al anunciar el aporte de $ 10.000 millones Caputo creyó estar mandando un mensaje de “compromiso” del Estado nacional con Bahía Blanca. Tal vez lo hizo pensando en despegar a La Libertad Avanza de la imagen nefasta que dejó Milei en diciembre de 2023, cuando tras otro temporal que dejó 13 víctimas fatales y cuantiosas pérdidas viajó a la ciudad disfrazado de militar, sólo llevó “palabras de aliento” y dejó en claro que no aportarían ni un peso.
En los últimos años quedó en evidencia que ni el Estado provincial ni el nacional han realizado las obras necesarias para evitar que Bahía Blanca, La Plata y el resto de las ciudades bonaerenses, particularmente las del populoso Conurbano, terminen siendo zonas de desastre humanitario ante fuertes eventos climáticos. En 2023, al cumplirse diez años de la inundación de La Plata, así lo marcábamos en este documental.
Hoy los funcionarios nacionales culpan a sus antecesores y a sus adversarios bonaerenses de no haber realizado las obras necesarias. Más hipocresía, imposible. Es el mismo gobierno de La Libertad Avanza que decidió cortar de cuajo y dejar de financiar todo tipo de obra pública desde el día de su asunción, el 10 de diciembre de 2023. Hasta llegaron a despedir a parte del personal del Servicio Meteorológico Nacional, con todo lo que eso implica en términos de investigación, análisis y desarrollo de las alertas.
La Libertad Avanza quizás piense que el aporte de menos del 2,5 % de lo que necesitará Bahía Blanca para levantarse alcanza y sobra. Deberían dar cuenta de lo que ya les pasó a Bullrich y Petri cuando intentaron fotografiarse llevando “solidaridad” a los barrios bahienses. Tras recibir insultos y desprecio de vecinas y vecinos, tuvieron que irse custodiados por la Policía.
Para que se pueda dimensionar cuáles son las verdaderas prioridades de los gobernantes, vale recordar que, en lo que llevan de gestión en la Casa Rosada, Milei y Caputo ya pagaron U$S 14.735 millones en intereses de la ilegal, ilegítima y fraudulenta deuda externa. Son estafadores.