Este jueves se dio a conocer la trágica muerte de Rubén Torrente, padre de Flor Torrente y primer esposo de Araceli González. Si bien en primer lugar no se habían conocido demasiados detalles, con el paso de los minutos se fueron conociendo algunos datos alrededor de su inesperado deceso. Tenía 62 años y mucha vida por delante, pero el destino quiso que todo se apague de un momento a otro.
Cabe destacar que, más allá de que la noticia se conoció durante la jornada de este jueves, la muerte de Rubén fue hace dos semanas, precisamente el 27 de febrero. Si bien ni Flor ni Araceli dieron detalles de lo sucedido con el hombre, fue su viuda, Natalia Lezcano, quien se animó a explicar la historia de fondo.
A través de un extenso video que compartió en su cuenta de Instagram y todavía con todo el dolor que inunda a la familia, Natalia quiso dar su versión de los hechos. “Hola a todos… Ante todo gracias por el apoyo incondicional. Sé que hay mucha gente que está preocupada por mí y por Vicente”, comenzó explicando sobre la triste noticia que trascendió.
Luego explicó que su pareja falleció en medio de una situación algo atípica: “A todos les tocó la situación porque no es lo común… Rubén no estaba enfermo. No tenía nada y era súper sano. No consumía alcohol ni fumó nunca. Era súper deportista. Yo lo conocí cuando él tenía 39 años y yo tenía entre 21 y 22. En esa época yo me quedaba a dormir con él y cuando se levantaba iba a jugar al fútbol. Siempre pensó en cuidarse…”.
LA MUJER DE RUBÉN TORRENTE, PADRE DE FLOR Y EX DE ARACELI GONZÁLEZ, CONTÓ DE QUÉ MURIÓ
¿Pero qué pasó entonces? Según contó Natalia, todo sucedió mientras jugaba al fútbol con su hijo y el papá de un amigo del colegio: “Rubén muere con 62 años jugando al fútbol. Fue el jueves 27 de febrero a jugar con un papá amigo del cole y con Vicente que fue a pelotear a la cancha de al lado. A las 9 recibí el llamado que nos cambió la vida para siempre. Me dijeron que se había descompensado y que lo estaban reanimando. Su corazón se detuvo y no se pudo hacer más nada”.
La viuda explicó que, como suele pasar en estos casos, le costó caer en la realidad durante los primeros días y que luego fue tomando dimensión real de lo que había pasado: “Fue muy shockeante porque nunca más volvió. Hoy mi prioridad es mi hijo y ser mamá para acompañarlo en este momento durísimo”.
Conmovida, cerró sintetizando la larga historia de amor que tuvieron y el sentimiento que la une con Flor, de tantos años de compartir familia: “Son 24 años que nos conocemos y 17 que estuvimos juntos… Es toda una vida. Es muy duro. Flor es parte de mi familia y lo va a ser siempre. Acá estamos. Hay que seguir adelante”.