Condenan por lavado de dinero a la hija del mayor narco argentino

Compartir

El 9 de mayo de 2018 el abogado y narcotraficante Carlos Salvatore (61) murió en el Hospital Argerich. Tenía problemas cardíacos y se había ganado el lugar del mayor narco argentino luego de traficar cuatro toneladas y media de cocaína a Europa. La muerte le llegó estando preso, condenado a 21 años de prisión, por el caso «Carbón Blanco».

Salvatore –que movió droga entre 2012 y 2015 por valor de 101 millones de euros– no llegó a sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio por lavado de dinero que llegó a veredicto en marzo de 2019. Por entonces fueron condenados a penas de entre 9 y 7 años, su esposa, su suegro y su administrador. La que zafó fue Carla, su hija, pero tras la apelación fiscal, la Cámara Federal de Casación Penal ordenó un nuevo juicio para ella… y ahora todo se le dio vuelta.

Carla Salvatore (43) fue condenada este martes a 5 años de prisión por ser parte de la banda liderada por su padre que lavó millones de dólares del contrabando de cocaína. Llegó al juicio en libertad y seguirá así de momento porque el fallo no está firme. Antes del debate el fiscal federal de Chaco Federico Carniel le había ofrecido firmar un juico abreviado y un apena de tres años en suspenso. Pero ella no aceptó.

«Mi papa murió solo en el Argerich y yo me enteré por los diarios», contó Carla en un mano a mano con Clarín en diciembre de 2019. Apenas unos días antes la Cámara de Federal había ordenado un nuevo juicio contra ella. Aquí parte de la entrevista y de su defensa.

Carlos Salvatore, en una suite del sanatorio Los Arcos en una de sus internaciones.

-En el juicio oral su defensa se basó en sostener que casi no tenía relación con su padre, que no sabía que era narcotraficante.

-Mis padres se separaron cuando yo tenía 9 años y a él recién lo volví a ver a los 24, cuando me estaba por casar. Todo su entorno estaba muy ajeno a mi vida. Yo no tenía relación. Nos veíamos en las cuatro fechas importantes, cumpleaños, Año Nuevo. Cómo habrá sido todo que cuando a mí me indagaban por lavado de dinero él declaraba que estaba haciendo sociedades para dejarme fuera de la herencia.

-Un poco fuerte…

-Nunca quise formar parte de su patrimonio y es el día de hoy que si me decís que hay manera de desligarme de sus cosas, yo te digo: ¿Dónde tengo que firmar? No quiero su herencia. No quiero nada de él. Tengo su apellido y eso lo voy a llevar toda mi vida. Pero ser Carla Salvatore no me convierte en Carlos Salvatore, hay un abismo de diferencia.

Carla Salvatore, en el segundo juicio por lavado que termino en su copndena.

-Su padre traficó mucha cocaína, es difícil de creer que usted no supiera nada. ¿Qué pensaba cuando se hacían públicas las acusaciones?

-Honestamente no creía nada de lo que decían. Pensaba ‘no, no, esto no puede ser, esto no existe. Están mintiendo. Cuando salían las noticias él aseguraba que era una cama que le estaban haciendo por haber dado notas o por otros casos. Yo no sé con quién trabajaba ni con quién se asociaba. La verdad es que no leo policiales los domingos, la verdad es que no.

-¿Nunca dudó?

-Mi papá era un encantador. Él encantaba a la gente que tenía enfrente suyo. Yo obviamente que todo esto no lo podía ver como hija porque vos cuando sos chica idealizás a tus padres y la verdad es que no sabés cuán real es lo que te dice tu madre divorciada de tu padre. En el juicio se dijo que era un mitómano, un controlador, un obsesivo.

Video

Carla es hija del narcotraficante Carlos Salvatore condenado a 21 años de prisión por la megacausa narco “Carbón Blanco»

-¿Y era todo eso?

-Era un terco, era controlador ¡por supuesto! Todo lo quería controlar. Pero la verdad es que era mi papá.

-¿Y lo querías?

-¿Si lo quería? Por supuesto que sí. Lo que yo viví fue tremendamente duro, sobre todo por el cachetazo de la mentira, de enterarte por los medios o por causas. Ahora es fácil decir: ‘Salvatore, el narco más importante de la República Argentina’. Vale, te lo tomo… ¿Pero yo con eso qué hago? Si mi vida sigue. Yo me tengo que levantar todos los días a trabajar. Todavía me duele el estigma que vivieron mis hijas en los colegios. Tienen 10 y 7 años.

-A usted la acusaron formalmente de lavado de dinero del narcotráfico.

-Sí, del narcotráfico. O relacionada con mi padre, mejor dicho. Yo ni siquiera sabía de qué estábamos hablando cuando fueron los operativos. Me llevaron al Chaco, expuse mi declaración ante Zunilda Niremperger. Quedé detenida 32 días. Entonces la jueza decidió procesarme pero liberarme. De mi inmobiliaria y de mi casa se llevaron carpetas, computadoras. Dieron vuelta mi casa, los ositos de peluche de mis hijas. Nos trataron como delincuentes a mí, a mi marido. La verdad es que todo fue y es una agonía. Para muchos, al ser la hija de… ya soy culpable. Soy la hija de Salvatore, no se necesita más que el ADN.

La droga secuestrada en «Carbón Blanco»

-Casación revocó su absolución porque sostuvo que algunos elementos no fueron valorados por los jueces, entre ellos qué papel cumplió la sociedad SALCROI en el lavado. Esa sociedad es suya pero se la armó su padre, según los mails secuestrados en la causa.

-Mi papá no me armó la sociedad. SALCROI es una composición de mi apellido y el de mi marido, la armamos nosotros dos. Y en el famoso mail mi padre solo aparece referenciándome. Pero yo pagué por la conformación, por todo. Se nombra a SALCROI, pero el propio fiscal Carniel -que hizo correctamente su trabajo- habla de un entramado de más de 50 empresas de mi papá en la que no soy ni asociada ni nada.

-A usted la acusan de comercializar departamentos que él construyó con dinero del narcotráfico.

-Yo era una de las tantas comercializadoras. Si vendí dos departamentos fue mucho. Y yo en el 2012 dejé de comercializar. Fue un verano que vendí dos o tres departamentos de la comercializadora. Ahora, esos departamentos se venían vendiendo desde 2007. ¿Y ni una sola comercializadora está en el banquillo de los acusados? ¿Sólo yo? ¿Por mi apellido? ¿Porque soy Salvatore?

-La Cámara de Casación ordenó un nuevo fallo en su caso. ¿Se ve condenada?

-No. Los jueces del tribunal oral hicieron su trabajo. Los tres jueces que me absolvieron tienen los fundamentos de sobra para volver a absolverme. El fallo de Casación fue injusto y arbitrario: dijo que el Tribunal había evaluado correctamente la prueba contra el resto de los acusados (la esposa, el suegro y un socio de Salvatore que resultaron condenados). Según ellos, todo estuvo perfecto pero no lo mío, sólo lo mío. Cuando presentamos nuestros argumentos en Cámara apenas se tomaron 5 días para leer todo y después dieron vuelta mi absolución.

En 2019 Carla Salvatore se veía absuelta por segunda vez. Le fallo el pronostico.

MG

Noticias Relacionadas