Gabriel Rubinstein: Ahora se priorizó el esquema cambiario por sobre la inflación

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El economista, Gabriel Rubinstein, conversó con Canal E y analizó el impacto de la reciente apertura parcial del cepo, el esquema de flotación cambiaria, la evolución del dólar y sus efectos en la inflación, el empleo y la previsibilidad económica. Advirtió que el modelo actual puede generar modernización, pero no necesariamente creación de empleo.

Los nuevos desafíos de operar con un dólar flotante

“La salida del cepo viene saliendo bastante bien. No hubo ningún cimbronazo y el dólar se acomodó por debajo del contado con liquidación, entre 1.100 y $1.200”, explicó Gabriel Rubinstein. Luego, manifestó que si bien el dólar no se ubica en el piso de la banda, la dinámica del mercado “es razonable” y se trata de un esquema que la economía puede empezar a asimilar.

Va a haber que acostumbrarse a vivir con un dólar flotante. Puede tener algún efecto en la inflación, pero era importante tener reservas en el Banco Central”, subrayó. En ese sentido, destacó que el ingreso de USD 12.000 millones como parte del programa con organismos internacionales “es un logro muy importante” y una condición para que el esquema funcione sin sobresaltos.

El Gobierno puso más foco en el esquema cambiario antes que en la inflación

No veo ningún problema para llegar a las elecciones de octubre. Lo más que puede pasar es que el dólar se acerque a la zona del techo de $1.350, pero con tantas reservas es difícil pensar en una crisis”, aseguró Rubinstein.

A su vez, reconoció que el nuevo esquema puede ralentizar la baja de la inflación: “Ahora se priorizó el esquema cambiario por sobre la inflación. No es que va a ser alta, pero costará llevarla por debajo del 1% mensual”.

Las desventajas de la flotación del dólar

“Cuando sube el dólar, algunos precios suben rápido, pero cuando baja, los precios son más remolones en acompañar. Esa es la desventaja de la flotación”, explicó el economista. Aun así, remarcó que, “la inestabilidad es acotada, entre 1.000 y $1.300”, y que el contexto es mucho más sólido que el anterior.

Uno de los puntos más críticos, según comentó, fue el impacto del dólar bajo en el empleo industrial: “Un dólar bajo induce a la baja del empleo en la industria y a una posible suba en el sector servicios. Muchas industrias van a sufrir por la competencia internacional”.

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