De equipo serio a protagonista, y, ya se dijo en estas líneas, un elenco que le brinda a su gente la tranquilidad de la solidez cada vez que va a la cancha o lo mira desde la TV cuando toca de visitante
Por David Ferrara, foto de Juan José García
El Central de las buenas vibras de Holan sigue desafiando a los agoreros, las rachas, las bajas y todo lo que se le pone en el camino. Logró ahuyentar el pesimismo y encontró una dosis de fortuna para quedarse con un triunfo agónico, de esos que motivan, y lo logró ante el equipo del Gurú Miguel, otro que sabe en esos trabajos de alinear la suerte a su favor.
Y un aura lo recubre. Si hasta Independiente no pudo pasar del empate ante Riestra y habrá chances intactas de ser el mejor equipo de la zona. De equipo serio a protagonista, y, ya se dijo en estas líneas, un elenco que le brinda a su gente la tranquilidad de la solidez cada vez que va a la cancha o lo mira desde la TV cuando toca de visitante.
No estuvo esa derrota de local ante equipo falopa que suele bajar la espuma, tampoco esa racha negativa que te aleja de la punta. Y las ausencias de jugadores clave no fueron una tragedia, tampoco se tomaron así. Es verdad que no sobra nada, pero tampoco falta.
La limpieza tipo manosanta de Copetti terminó de liberar los fantasmas y de acallar los murmullos y hasta comenzar la racha anotadora de un delantero que siempre defendió su lugar con el plus del sacrificio.
Se salió de la media inglesa con un resultado que rompió con 20 años de malos tragos en el Bajo Flores y que le permite llegar con las chances intactas al cierre ante Independiente, justo Independiente, tan especial para el Profesor.
El Central optimista va por otro paso…