Durante una mudanza en el Palacio de Tribunales, funcionarios encontraron cajas con material de propaganda nazi, olvidadas desde 1941. El descubrimiento ocurrió mientras se preparaba el futuro Museo de la Corte Suprema. El presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, ordenó un relevamiento del contenido, que podría aportar información crucial sobre el Holocausto y la ruta del dinero nazi en el mundo.
Las cajas, enviadas desde la embajada alemana en Tokio a bordo del vapor japonés «Nan-a-Maru», fueron declaradas como elementos de uso personal por la embajada alemana en Argentina. Sin embargo, la División de Aduanas y Puertos detuvo su ingreso, considerando que el contenido podría afectar la neutralidad del país frente a los acontecimientos europeos. Desde entonces, permanecieron almacenadas en el subsuelo del edificio hasta su reciente hallazgo.
La apertura de las cajas fue encabezada por Rosatti y contó con la presencia del Gran Rabino de la Asociación Mutual Israelita Argentina, Eliahu Hamra; el director Ejecutivo del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Jonathan Karszenbaum; y la investigadora del mismo museo, profesora Marcia Ras. También participaron autoridades judiciales y especialistas en conservación de bienes culturales.
Al abrir una de las cajas se detectó que se trataba de material que buscaba consolidar y expandir las ideas de Adolf Hitler en la Argentina, cuando ya había estallado la Segunda Guerra Mundial. A raíz de la relevancia que podía hallarse en esos materiales y los compromisos asumidos por la Corte Suprema, el resto de las cajas quedaron en custodia a la espera de su formal apertura.
Entre los papeles había postales, fotos y material propagandístico del régimen nazi. Y miles de libretas: algunas de la Organización del Partido Nacional Socialista en el exterior y otras de la Unión Alemana de Gremios.
El 26 de diciembre de 2024, a través de la resolución 3703, con la firma de los jueces Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, la Corte Suprema autorizó aprobó la firma de un convenio de cooperación y colaboración con la Asociación de Abogados Judíos de la República Argentina y la Fundación Memoria del Holocausto, con el objetivo de “desarrollar y promover de manera conjunta actividades de cooperación, de capacitación, de investigación y de difusión”. La firma tuvo lugar el 25 de marzo último. En ese marco, el Museo del Holocausto fue convocado a trabajar en la investigación del material hallado y su relevancia histórica.