El dólar a $ 375 de noviembre de 2023 estaba bien?

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La evolución del precio del dólar oficial, del blue y del contado con liquidación a partir de agosto de 2023 cuando Milei gana las PASO y en los 18 meses de su gobierno demuestra que: 1) el blue y el contado con liquidación asumieron que habría la dolarización que prometía Milei con una consiguiente mayor aún megadevaluación; 2) que la devaluación que hizo Milei en diciembre llevando el dólar oficial de 375 a más de 800 para 18 meses después volver al mismo precio real de noviembre de 2023 (375) no reflejaría el verdadero valor de nuestra moneda, sino la necesidad de generar una inflación inducida, cambiariamente primero, lo contrario después, para poder corregir el déficit fiscal licuando el gasto público por aumento artificial de inflación; y 3) que devaluar el peso si finalmente el aumento del dólar pasa a inflación a lo largo de los meses termina siendo nulo, o sea, finalmente no se logra devaluar, demostrado en la situación actual, donde el dólar vuelve a costar el equivalente de 375 pesos a precios de noviembre de 2023, o sea, descontada la inflación del período, como muestra el gráfico que acompaña esta columna producido por la consultora de Diego Giacomini.

Vale recordar que el plan alternativo de Juntos por el Cambio con Carlos Melconian como conductor del equipo económico planteaba un dólar de 600 pesos, o sea, un dólar un 60% más caro que en noviembre de 2023, pero no 118% más caro, la mitad de la devaluación que terminó haciendo el dúo Milei-Caputo con el agregado inicial de aumentar hasta el fin de su vigencia el Impuesto País a 17%.

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La inflación que hasta julio venía en el 6% mensual pasa al 12% después que Milei gana las PASO en agosto y septiembre (con devaluación exigida por el FMI, que en realidad en nada redujo la brecha del dólar oficial con el blue y el contado con liquidación, que aumentan en la misma proporción), cuando Massa gana la primera vuelta la inflación baja al 8% en octubre y tras el triunfo de Milei sube al 12% en noviembre y el 25% en diciembre, autoproducida por Milei ya en el gobierno.

Vale recordar también que en la campaña, cuando lo consultaban a Milei por el aumento de la inflación tras su triunfo en las PASO de agosto sostenía que era mejor porque licuaría el valor de los pesos facilitando la dolarización con menos dólares. Sin el triunfo de Milei en las PASO, luego en el balotaje y su primer mes de gobierno en diciembre, la inflación total anual de 2023, en lugar de haber sido 211%, habría sido 100%, equivalente a 6% de inflación mensual, como había sido en 2022, que fue 95%. Ningún perdón merecen Massa, Martín Guzmán y el interregno de Silvina Batakis por 95 o 100% de inflación igualmente inaceptable, pero es importante percibir que Milei aceleró la inflación, primero como candidato, al proponer dolarización generando que las expectativas anticipen el aumento del dólar, y luego como presidente, devaluando el 118% más el 17% de Impuesto País para producir así el ajuste fiscal por licuación del gasto público.

Exactamente lo que produjo Remes Lenicov en 2002, cuando la Argentina pasó a tener superávit gemelos porque se licuó el gasto público con una megadevaluación y una inflación que pasó de cero a 40% con cero anual de paritarias después de una década sin inflación y los últimos años hasta con deflación. Y, al igual que sucedió en 2002, se le echó la culpa al gobierno anterior, la Convertibilidad entonces, ahora al peronismo, cuando la culpa es compartida: mitad de la inflación corresponde al gobierno saliente y mitad al entrante.

¿Había otra solución? Seguramente el plan de Melconian (sin el efecto de la campaña electoral de Milei) hubiese tomado el gobierno con 100% de inflación anual en 2023, al igual que Milei-Caputo, que en 2024 tuvieron 118%, hubiera tenido una inflación parecida porque no partía de 211, sino de 100, pero se le agregaba una devaluación, aunque no tan grande igual significativa –del 60%–, y en 2025 estaría con una inflación similar del 40% anual. Pero seguramente el déficit fiscal no hubiese descendido tan rápido ni hubieran cerrado tantas pymes de golpe. La gran pregunta contrafáctica es a qué precio real estaría hoy el dólar y lo imagino más alto, lo que para el tejido productivo del país sería una buena noticia, o sea, con una inflación en dólares menor que la de Milei-Caputo, que muestra el segundo gráfico que ilustra esta columna.

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