El encuentro por la Sudamericana fue cancelado y no se reanudará. Conmebol culpó a Independiente por la falta de seguridad y el presidente de Chile criticó a la organización. Las imágenes son impactantes.
El partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y la Universidad de Chile fue cancelado tras una batalla campal entre hinchas que dejó un saldo de al menos diez personas heridas y noventa detenidos. La decisión de la Conmebol se debió a la violencia desatada en las tribunas del estadio Libertadores de América. Las imágenes compartidas son impactantes.
El caos comenzó cuando seguidores de la U. de Chile, ubicados en la tribuna alta, comenzaron a arrojar proyectiles como palos, botellas y butacas hacia los hinchas de Independiente que se encontraban en la parte baja, lo que desató una feroz respuesta de la barra local.
Tras la cancelación, las repercusiones no se hicieron esperar. La Conmebol oficializó la suspensión del partido apuntando a la «falta de garantías de seguridad por parte de Independiente» y derivó el caso a su tribunal de disciplina.
“La Dirección de Competiciones y Operaciones de la Conmebol informó que en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuidad del partido entre Independiente (ARG) y Universidad de Chile (CHI) por la Octavos de Final de la Conmebol Sudamericana 2025, dicho encuentro queda cancelado”, comienza el comunicado de la Conmebol.
«Así mismo, agrego que, teniendo en cuenta que se ha cumplido con lo establecido en el Manual de Clubes para situaciones similares, sin que la situación se haya subsanado, se procede a la cancelación del partido y el caso será derivado a los Órganos Judiciales de la Conmebol para futuras determinaciones. Toda información de los hechos ocurridos dentro y fuera del estadio será enviada a la Comisión Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol», concluyó el mensaje publicado en la web oficial del organismo.
Por su parte, el presidente del club de Avellaneda, Néstor Grindetti, calificó el comportamiento de los hinchas chilenos como «repudiable» y denunció que «destrozaron los baños».
Desde Chile, el mandamás de la U, Michael Clark, aseguró que «el fútbol ahora pasa a un segundo plano». A la polémica se sumó el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien culpó tanto a la «violencia en las barras» como a la «evidente irresponsabilidad en la organización» y ordenó a su embajador asistir a los heridos.
El partido fue suspendido en el minuto 48, cuando el marcador estaba 1-1. Con la cancelación oficial, el futuro de la serie y las duras sanciones que recibirán los clubes quedan en manos del tribunal disciplinario de la Conmebol.
Qué dice el reglamento de Conmebol
La Confederación Sudamericana de Fútbol dejó claro en su comunicación oficial la decisión de cancelar el partido y no solo suspenderlo temporalmente, como ocurre habitualmente. Esto implica que la reanudación queda descartada y el resultado del cruce quedará sujeto a una investigación disciplinaria sobre lo ocurrido en Avellaneda. Los informes preliminares con foco en las responsabilidades institucionales ya han sido elevados a la sede de la Conmebol en Asunción, donde se determinarán las eventuales sanciones.
Las medidas que analiza la autoridad continental van desde la repetición del encuentro (cuyo costo de reanudación será abonado por los responsables) hasta la declaración de nulidad del resultado, e involucran la revisión integral de videos, informes policiales y referencias de cómo actuaron ambas instituciones frente a los hechos. Por el momento, no existen plazos confirmados para una resolución, aunque se descuenta que el expediente se procesará a ritmo acelerado dada la trascendencia de la fase y el precedente que podría sentar para futuros torneos.