Silvina Escudero abrió su corazón y relató la pesadilla que atraviesa en su deseo de ser madre a los 41 años. Lo hizo en una charla íntima en Bondi Live, donde habló como nunca de los tratamientos, las pérdidas y el desgaste emocional que viene arrastrando junto a su marido, Federico.
“Venimos atravesando muchos duelos, mucha tristeza. Yo siempre trato de mostrar alegría, pero a veces no está la alegría”, confesó Escudero en Storytime frente a Nazarena Vélez, Laura Ubfal y Barbie Vélez. La bailarina explicó que, aunque en redes suele mostrarse positiva, la realidad de su día a día es mucho más dura de lo que deja ver.
El golpe más reciente fue en el verano de 2024, cuando perdió un embarazo que los había llenado de ilusión. “Tampoco cuento todo el camino; solo conté de un embarazo que perdí, pero no fue el único”, admitió con crudeza. Es que, detrás de esa frase, se esconde un camino plagado de intentos fallidos y decepciones.
“Me escriben muchas madres y padres a mi Instagram, partidos al medio, diciendo: ‘¿Qué hago con mi mujer? No se puede levantar de la cama’”, relató la morocha, que admitió que en ese ida y vuelta con sus seguidores, encontró contención y también la certeza de que no está sola. Realista y cruda, Silvina señaló: “La vida no es lo que nosotros queremos que sea. La vida es lo que es”.
SILVINA ESCUDERO HABLÓ DEL COSTO EMOCIONAL DE LOS TRATAMIENTOS DE FERTILIDAD
El precio físico y emocional de los tratamientos de fertilidad también fue tema de la charla. “Me hice varios tratamientos, para los que no saben, les cuento que es muy duro. El cuerpo de una mujer pasa por muchas cosas, pinchazos y demás. Yo trabajo con mi cuerpo y me estaba costando mucho, por eso decidí parar un poco en mi carrera y priorizar mi búsqueda”, detalló.
Para Silvina fueron dos años de poner en pausa su profesión para dedicarse a esta búsqueda. Un sacrificio enorme que aún no le dio el resultado soñado. “Me costó pero me propuse arrancar de nuevo, ser la Silvina que era, seguir con mi trabajo y con lo que me apasiona. Sigo a la par en la búsqueda pero también trato de aceptar la vida que tengo porque no todo es como queremos”, reconoció.
Consciente del duro proceso, Escudero buscó ayuda profesional. “No hago una terapia convencional; hago terapia especializada en maternidad, traumas, hay una terapia para shocks, y después hago mil terapias alternativas”, enumeró la artista, que no baja los brazos.