Mientras Leo Messi y el resto de la Scaloneta se entrenaban en una de las canchas del predio de Ezeiza, Claudio Tapia se hizo un hueco en medio de la agenda atravesada por la última doble fecha de Eliminatorias y se reunió con los principales dirigentes de Independiente. Luego de que el club activara la bomba con el durísimo comunicado que le envió a Alejandro Domínguez y a la Conmebol, el presidente de la AFA trató de llevar un poco de calma entre tanta tormenta.
La postura del Rojo
A pesar de la lógica bronca por haber sido eliminado en un polémico fallo que terminó favoreciendo a la Universidad de Chile, Chiqui nunca se esperó semejante respuesta por parte del Rojo. Lejos de frenar tras la comunicación oficial por parte de la entidad que nuclea el fútbol sudamericano, la dirigencia subió la apuesta y fue con todo: acusó de “violentar” el estatuto, que se trató de una “decisión política” por una “preferencia” a estructura privadas, que la medida sentó un “precedente nefasto” y que se “ha abandonado el espíritu del fútbol sudamericano.
La comitiva de Independiente estuvo integrada por los mismos actores que estuvieron en la audiencia que se realizó el martes en Luque: el presidente Néstor Grindetti estuvo acompañado por Carlos Montaña (vice primero), Daniel Seoane (secretario general), Maximiliano Walker (abogado del club) y Ariel Rek, letrado especialista en derecho deportivo. Según le contaron a Olé, el cara a cara duró unas tres horas, fue en buenos términos y no hubo una confrontación entre las partes. Por el contrario, hay un buen vínculo entre Tapia y NG, quienes se habían juntado el 4 de agosto, también en el predio Lionel Andrés Messi.
Tapia, en modo mediador
Chiqui trató de ser un especie de mediador, con el objetivo de calmar las aguas, evitar que la situación se complicara aun más y que no se termine de romper la relación entre Independiente y la Conmebol, algo que pareciera no tener vuelta atrás. Más allá del consejo, los directivos dejaron en claro que la intención es ir a fondo y no quedarse con los brazos cruzados.
La idea de los popes es apelar la sanción disciplinaria (la imposibilidad de jugar siete partidos como local y como visitante con público, sumada a la multa de 250.000 dólares) y también la sanción deportiva. Apoyados en los dos abogados que se encargaron de la estrategia de la defensa del Rojo en Paraguay, Grindetti y compañía analizan la posibilidad de ir al TAS y, en caso de que no haya una resolución a tiempo, pedir la postergación del cruce entre Alianza Lima y la Universidad de Chile.
Mirá también
Pierre Gasly, compañero de Colapinto, será sancionado de cara al GP de Italia
Mirá también
Vélez venció a Central Córdoba (SdE) y es campeón de la Supercopa Argentina
Mirá también