El jefe de cuidados intermedios del hospital, Pablo Pucar, advirtió que ya se fueron más de 230 profesionales y que la situación es crítica. Reclamaron apoyo a tres provincias, entre ellas Santa Fe, que este año derivó casi 4.000 pacientes al Garrahan.
El Hospital Garrahan, referente nacional en atención pediátrica de alta complejidad, lanzó un urgente pedido de respaldo a los gobernadores de Santa Fe, Córdoba y La Pampa frente al veto presidencial a la Ley de Emergencia Pediátrica. La iniciativa, que fue rechazada por el presidente Javier Milei, generó fuerte preocupación en el sector sanitario.
Pablo Pucar, reveló que desde Santa Fe fueron derivados “3.700, 3.900 y pico de pacientes”, y aclaró: “Son pacientes con enfermedades complejas. Los pacientes que asistimos nosotros son los pacientes que no se pueden asistir ahí por la complejidad que presentan”.
Y fue más allá: “Ahí es cuando decís, diputados, ¿de verdad van a votar en contra de esta ley? Me parece como que aparte es muy poca plata”.
Para graficar lo que representa el recorte, el médico ejemplificó: “Con dos de los helicópteros que compraron para tener en un andar separado solucionan el problema. No es que estamos moviéndole el déficit fiscal al gobierno. Es una opción más ideológica que monetaria”.
En relación al impacto del veto, Pucar indicó: “Las nuevas autoridades que intervinieron en el hospital nos dijeron ‘no va a haber aumento, hagan como lo que quieran hacer, pero aumento no va a haber’. Nos dieron este aumento de 1,3% escalonado que con suerte será la inflación que tengamos de acá para adelante”.
Sobre la salida de profesionales, remarcó que es un proceso difícil de revertir: “Formarme a mí, formar a los profesionales que se están yendo llevó al hospital, a la facultad de Buenos Aires o a la de Rosario, muchísimos años” y agregó que “Cuando perdés a un profesional que tiene 20 años de una curva de aprendizaje sobre una enfermedad compleja, vas a necesitar con suerte 20 años para volver a formarlo”, advirtió.
Y concluyó con una frase que resume el impacto profundo que atraviesa el hospital: “Están rompiendo algo muy importante, que es una cultura de trabajo. Siempre para el hospital había que darlo todo, para el paciente había que darlo todo. Y eso, si lo perdés, es irrecuperable”.
SFA – LT10