«Allí estuvo, fotografías de Joaquín Chiavazza» es el libro que se presentará este viernes 8 de agosto, a las 18, en la Biblioteca Argentina, con entrada libre y gratuita. Es una recopilación de 253 páginas con imágenes inéditas, en su mayoría, de quien fuera el primer fotoperiodista de Rosario. El minucioso trabajo fue realizado por el único nieto de Chiavazza quien conservaba cientos y cientos de sobres que contenían los negativos del trabajo que su abuelo hizo durante 60 años recorriendo las calles de la ciudad, retratando la vida cotidiana, social, política, artística y deportiva.
En este libro, que atesora valiosas fotografías que retratan una Rosario que sigue siendo reconocible, se le dedica un espacio importante a la casa en la que Joaquín Chiavazza vivía, donde estaba su laboratorio, ubicada en Italia al 1700. Allí, Rubén «Benchi» Chiavazza, su nieto, compartió la vida, las reuniones («era una casa de puertas abiertas»), las salidas apuradas de su abuelo quien cámara en mano corría a cubrir los acontecimientos inesperados o se preparaba con dedicación para las visitas relevantes de personajes políticos y artistas a Rosario, como también los partidos de fútbol, en especial los de Ñewells, el club de sus amores.
No fue un fotógrafo de estudio. Joaquín Chiavazza retrataba la realidad, lo cotidiano en movimiento: el accidente de tránsito, las inundaciones, los encuentros de hombres en los bares. Tomaba imágenes de las mujeres que caminaban por la ciudad o eran protagonistas de acontecimientos deportivos o sociales, de las inauguraciones de comercios o empresas, de los empleados de todos los rubros en sus tareas diarias, mostraba los edificios emblemáticos, el fútbol y todos los lugares clave de una ciudad viva. Su obra se ubica entre 1910 y 1970.
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La tapa que «habla»
Para ilustrar la portada de este libro, Benchi eligió un retrato que el prestigioso artista Julio Vanzo hizo de Joaquín Chiavazza, rodeado por los diarios en los que se exponían sus fotos, y con su característica cámara en las manos. Al pie de ese dibujo (de técnica mixta) se lee la dedicatoria de Vanzo: «Para el viejo amigo y compañero de trabajo Joaquín Chiavazza».
Esa tapa dice mucho de Chiavazza y de la época, de esas amistades que nacían y se consolidaban a partir de la pasión, de los oficios y del arte, de esas charlas que se producían en los bares o las calles de la ciudad y que muchas veces se continuaban en los hogares, como el de calle Italia, donde el fotógrafo solía reunir en su amplio living a gente del mundo del espectáculo, del deporte, de la cultura. Un enlazador de mundos.
La historia de un hacedor
Chiavazza, según relata Benchi en el prólogo de su libro, dejó de asistir a la escuela y comenzó a trabajar como ayudante en la carpintería de su padre que estaba en Paraguay 1021. «No duró mucho, a Joaquín le gustaba otra cosa», dice. Por eso, a poco de iniciado el siglo XX (había nacido en 1892) comenzó siendo vendedor de diarios y revistas. «Como canillita encontró el medio donde estaba su interés: la gente, la noticia, la calle», sostiene.
Se dice que Florencio Sánchez , el dramaturgo y periodista que vivió en Rosario se inspiró en él para su obra teatral emblemática, justamente llamada «Canillita».
«A los 13 años (Joaquín) conoció la cámara fotográfica, de la que no se separó nunca más». Cuenta Benchi: «Fue un farmacéutico quien le mostró una caja que portaba. El material contenido en esa caja, después de un proceso químico, tenía la capacidad de generar en un papel un recorte del espacio y el tiempo único, irrepetible y trascendente: una foto«.
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«Quedó fascinado y pronto compró su primer equipo. Fue el fotógrafo Pelayo Giraz, de La Capital quien lo introdujo en el oficio», recuerda.
A los 18 años empezó a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas, División Paraná Inferior, Construcciones Portuarias y Vías Navegales donde hasta su jubilación compartió tareas, entre otros, con Leónidas Gambartes. A los 19 años, en 1912, fue corresponsal en Rosario de Caras y Caretas. Trabajó para numerosas revistas de la época como Gestos y Muecas, Monos y Monadas, El Hogar.
La Capital, La Razón (de Buenos Aires), La Tribuna, Crítica y Democracia son algunos de los periódicos para los que hizo fotografías.
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La cita, en la Biblioteca Argentina
El libro, que contó con el apoyo de San Cristóbal y la Municipalidad de Rosario, está plagado de testimonios de la ciudad y del propio fotógrafo a través de imágenes o recuerdos, como el pergamino que los reporteros gráficos de la época le hicieron al cumplir los 50 años de trayectoria y que tiene una ilustración de Squillaci.
«Allí estuvo», el nombre elegido para reflejar una obra enorme y de gran valor, será presentado este viernes en la sala Angélica Gorodischer de la Biblioteca Argentina, a las 18. Benchi Chiavazza será el orador principal y lo acompañará la periodista Sonia Tessa. Habrá además una puesta en escena con varias sorpresas y emociones, como las que producen las fotos de Joaquín Chiavazza.