No es voluntad, es biología: por qué es tan difícil perder peso y no recuperarlo

Compartir

La ciencia desmiente la idea de que el fracaso de las dietas se debe a la falta de disciplina. Hormonas, genética y metabolismo se unen para «contraatacar» y recuperar los kilos perdidos, según especialistas.

La batalla para mantener un peso saludable tendría su origen en la biología y no en la fuerza de voluntad. Estudios demuestran que entre el 80 y el 95% de las personas que logran perder peso, lo recuperan en un plazo de tres a cinco años.

Este concepto, vigente con la llegada del calor y que la revista de National Geographic puso en el centro del debate esta semana, plantea que cuando el cuerpo detecta la pérdida de peso, activa mecanismos hormonales y metabólicos diseñados para «contraatacar» y volver a su punto de ajuste anterior.

La ralentización metabólica es la principal defensa del organismo. Al perder peso, el cuerpo quema menos calorías para realizar las mismas funciones, lo que obliga a la persona a ingerir una cantidad de calorías menor que alguien de su mismo tamaño que nunca adelgazó.

Este fenómeno fue evidenciado en un estudio de 2016 publicado en la revista Obesity, que siguió a concursantes de un reality show. La investigación demostró que los participantes recuperaron una cantidad significativa de peso y experimentaron una tasa metabólica más lenta.

A nivel hormonal, el cuerpo también reacciona: la hormona grelina (que indica hambre) aumenta, mientras que la leptina y el péptido YY (que indican saciedad) disminuyen. Estos cambios persisten incluso un año después de la pérdida de peso.

Estrategias de la medicina contra la obesidad

Ante estas adaptaciones metabólicas, el tratamiento de la obesidad ha evolucionado de la simple dieta a un enfoque más integral y biológico. Los expertos ahora entienden que la obesidad es una afección crónica y compleja, que requiere atención médica profesional.

El gastroenterólogo Andrés Acosta, investigador de la Clínica Mayo citado por National Geographic, señala que el papel del médico es ayudar a contrarrestar los retos específicos del paciente, ofreciendo un tratamiento personalizado.

El estigma como barrera para la salud

El estigma social y el prejuicio sobre el peso representan una barrera importante para el tratamiento. Muchos pacientes evitan buscar ayuda profesional por temor a la vergüenza, e incluso en la atención sanitaria se perpetúa el «sesgo de peso internalizado».

Los especialistas coinciden en que la obesidad no debe ser tratada como un fallo moral o de disciplina, sino como una enfermedad crónica que involucra factores biológicos, ambientales y de salud mental. La meta, en última instancia, no se centra solo en el número de la balanza, sino en la salud integral de la persona.

Noticias Relacionadas

Santa Fe Ciudad: Se detectó la presencia del mosquito trasmisor del dengue en 11 barrios

Esta semana, la Municipalidad recogió las muestras de...

Por la defensa del salario: Festram exige la reapertura de la paritaria municipal

La Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de...

Por la defensa del salario: Festram exige la reapertura de la paritaria municipal

La Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de...

Hamilton elogió a Colapinto: ?Lo que está haciendo es increíble?

"Solo necesita seguir haciendo lo que hace”, dijo el...

El nuevo estadio de Inter Miami será renombrado Lionel Messi

Las Garzas planifican inaugurar en el 2026 sus...