El informe del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a la Cámara de Diputados se dio en un clima enrarecido por la avanzada de la oposición sobre el escándalo $LIBRA que involucra al presidente Javier Milei, pero dejó en claro que el Gobierno apela al fin del cepo al dólar y a la mejora de indicadores económicos clave para correr el foco de esa controversia y empezar a fijar los ejes de la campaña electoral del oficialismo.
Hasta último minuto hubo dudas sobre el quórum para la sesión informativa del jefe de Gabinete que, por mandato constitucional, debe hacerse una vez por mes. Esto se debió a que varios diputados adujeron problemas para viajar por el feriado largo -de hecho el recinto estuvo semi vacío– y también a que Francos está citado para el próximo martes a fin de responder preguntas sobre el caso de la llamada «criptoestafa».
El PRO y el MID habían pedido por ello suspender la sesión informativa, pero el Gobierno la mantuvo. A eso se le sumaron críticas de la oposición porque la Jefatura de Gabinete presentó el informe escrito con las respuestas a las 4.000 preguntas que recibió apenas dos horas antes. «Nadie pudo leer detenidamente las respuestas», se quejó Miguel Pichetto, jefe de Encuentro Federal. El malestar fue compartido por Unión por la Patria y otras bancadas.
La decisión de Francos de avanzar con el informe pese a todo eso se entendió durante su exposición inicial. «Como también me han citado para una interpelación (…) todas las preguntas referidas al caso $LIBRA las hemos reservado para esa interpelación», aclaró el jefe de Gabinete para pasar luego a una exposición centrada en la economía, con el levantamiento del cepo como hito y una definición clave: que «el Gobierno no considera una devaluación» el salto del dólar oficial.
«Bajamos la inflación, terminamos con el cepo, eliminamos el déficit fiscal y alcanzamos superávit. También redujimos la pobreza y la desocupación, y lo hicimos con la actividad económica en recuperación y con los salarios en alza», acentuó el funcionario, que también puso énfasis en indicadores puntuales como el consumo y los créditos hipotecarios.
Fin del cepo: festejo oficialista y una definición clave de Guillermo Francos en Diputados
Con la flexibilización del cepo al dólar, Milei marcó el primer hito de la campaña oficialista para las elecciones de este año. El Gobierno apuesta a la economía y sobre todo al contraste con los indicadores de la gestión anterior del peronismo para salir a pedir el voto y en ese plan, además de la baja de la inflación, el concepto clave será «estabilidad».
El Gobierno quiere proyectar que el fuerte ajuste del gasto público ya refleja resultados positivos para la actividad y prometen un despegue de la economía, con mejoras notables. Francos se encargó precisamente de eso durante su informe. «Hoy nos encontramos con un escenario macroeconómico sano, con orden fiscal, monetario y cambiario», resaltó.
El jefe de Gabinete reiteró que el acuerdo con el FMI y los «paquetes de financiamiento por u$s3.600 millones negociados con el Banco Mundial y el BID» ayudaron a «recapitalizar el Banco Central» y agregó: «Como corolario de este proceso nos deshicimos del cepo cambiario». La bancada oficialista aplaudió con fervor.
Francos resaltó que esta medida permitirá «un aumento de las inversiones que generan trabajo genuino y desarrollo económico». El tema también fue señalado por la oposición y, ante una de las preguntas, el jefe de Gabinete se ocupó de salir al cruce de quienes señalan la devaluación del peso como efecto inmediato de la medida.
Al respecto, indicó que «ya no hay una devaluación del 20% sino que sería, en el sentido que ustedes lo plantean, del orden del 10% o menos» por el precio de $1.160 al que cerró este miércoles, pero agregó: «De todas formas el Gobierno no considera eso una devaluación sino un movimiento libre del dólar dentro de las bandas».
¿Por qué la exposición de Francos funciona como puntapié para la campaña oficialista?
Pero además, el jefe de Gabinete destacó que todo el programa económico-financiero del Gobierno «se traduce en una mejora notable» de distintos indicadores. Entre ellos puso de relieve el «descenso histórico» de la inflación «que impacta sobre todo en los sectores más vulnerables» luego de «sufrir durante años» una suba de precios «descontrolada».
Al respecto, resaltó que «en el primer trimestre de 2025 la inflación acumulada fue del 8,6% frente al 51,6% registrado en el mismo período de 2024, cuando se padecían las consecuencias de las malas políticas económicas de la gestión anterior«. La expresión tuvo un claro tono de campaña electoral y mostró el intento de rescatar el principal capital político del Gobierno rumbo a las elecciones en momentos en que los precios vuelven a estar en el foco tras el 3,7% del IPC de marzo.
Francos afirmó que la caída de la inflación «permite generar previsibilidad y resguardar los ingresos». En esa línea, subrayó que el índice de salarios tuvo un «aumento promedio» de 2,9% en febrero pasado en relación con el mes anterior y aseguró que «entre febrero de 2024 y enero de 2025 todas las categorías de trabajadores registraron en promedio incrementos salariales por encima de la inflación».
El jefe de Gabinete puso de relieve que en ese marco la actividad económica tuvo en enero «una mejora de 6,5%» en comparación con el mismo mes de 2024, que la producción industrial manufacturera subió «5,6% en febrero y acumula un alza de 6,6% en el primer bimestre de 2025».
Consumo y créditos: los dos indicadores más destacados por el Gobierno
A partir de ello, el funcionario puso especial foco en los niveles de consumo, un indicador clave en tiempos electorales al que el Gobierno le empieza a prestar mucha atención. Francos aseguró que de acuerdo a datos de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) «en marzo de este año las ventas minoristas pymes registraron un aumento interanual del 10,5%».
En la misma línea destacó que «las ventas en supermercados aumentaron un 4,2% en enero con respecto al mismo mes de 2024″ y además «mejoraron un 1,9% en relación con diciembre del año anterior», mientras que «en centros de compras, las ventas en enero subieron un 23,4% en la medición interanual», con un alza de «22,7% en la región del Gran Buenos Aires».
Pero otro indicador que Francos trató destacar fue el de los créditos bancarios al sector privado y en especial los hipotecarios. Respecto de los primeros, afirmó que en 2024 tuvieron «la mayor suba en más de 30 años» y que esto es consecuencia de «terminar con el déficit fiscal».
«Un dato especialmente relevante es el resurgimiento del crédito hipotecario en febrero: se registraron 965 escrituras formalizadas con hipoteca, lo que implica una suba del 1.121%», afirmó el funcionario y, entre más aplausos del oficialismo, reiteró con énfasis: «1.121% en comparación con el mismo mes de 2024».
En ese sentido, afirmó que el mercado inmobiliario «muestra signos contundentes de recuperación» ya que, según el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, en febrero de 2025 «se realizaron 4.293 escrituras de compraventa de inmuebles, una suba del 94% en comparación con el mismo mes del año anterior» y un monto total que «ascendió a 541 mil millones de pesos».
¿Por qué esos indicadores pueden ser clave para la campaña electoral de Javier Milei?
Asimismo, como parte de su exposición sobre la mejora de los indicadores -en particular los referidos al consumo- Francos remarcó que «los niveles de pobreza cayeron de manera significativa» el año pasado, entre la herencia del gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa y el avance del programa de Milei.
La pobreza en 52% durante el primer semestre de 2024 fue, según el jefe de Gabinete, el reflejo de «la irresponsabilidad e inoperancia de la gestión anterior», mientras que en el segundo semestre del mismo año hubo una «reducción considerable que llegó a valores del 38,1%».Tras ello resaltó: «En tan solo un año de gestión logramos disminuir 14,8 puntos el índice de pobreza y casi 10 el de indigencia».
Esa definición fue la tercera más aplaudida por la bancada libertaria durante la exposición inicial del ministro. Y es que estos son los indicadores que el Gobierno quiere resaltar en la nueva etapa que abrió Milei con el fin del cepo al dólar y en medio de un rebrote de la inflación que espera tener bajo control para cuando lleguen las elecciones.
El consumo y el acceso al crédito son aspectos de la economía que tienen mayor relación con la vida cotidiana de los ciudadanos, por lo que el oficialismo buscará capitalizar electoralmente cualquier mejora en esos ítems, así como en el índice de pobreza, como una demostración de que el programa económico de Milei da frutos y debe ser ahora respaldado en las urnas.
FMI, dólar y retenciones: el triángulo con el que maniobró el Gobierno en Diputados
En el tramo de las preguntas, Francos se vio obligado varias veces a defender dos de los frentes que más le cuestiona la oposición por estos días: el precio del dólar y el haber acudido al FMI luego de que el Presidente lo definiera, en otros tiempos, como la señal de «un fracaso».
Al respecto el jefe de Gabinete defendió el sentido que el Gobierno quiere darle al nuevo acuerdo con el Fondo Monetario al señalar que todo «depende de las circunstancias» y que no es lo mismo «si fracasa el programa económico y por eso hay que ir al Fondo» que «si se tiene éxito y se sobrecumplen metas».
«Lo que está haciendo este nuevo acuerdo es mejorar el balance del Banco Central reponiendo las letras intransferibles que se fueron creando y teníasn respaldo. Para poder afrontar cualquier contingencia tanto internacional como nacional, el Central debe tener respaldo suficiente en relación al circulante», abundó Francos.
Seguidamente, esquivó varias preguntas sobre los efectos de la «devaluación» que implicó la salida del cepo. Negó sistemáticamente esa definición y deslizó que la banda entre $1.000 y $1.400 que fijó el Gobierno relativiza eso porque «según el momento puede considerarse una devaluación de la moneda o una ampliación de la moneda, dependiendo de la cantidad de dólares que estén en el mercado».
En ese marco, también aprovechó una pregunta de la oposición para referirse a la polémica que generó Milei con el campo al que recomendarle que «liquide ahora» las exportaciones porque en julio volverán a subir las retenciones. Francos ratificó que «se va a eliminar la suspensión» que rigió hasta ahora pero que «si esto va a generar o no la liquidación de los productores es una cuestión de ellos, no del Gobierno, que solo fija las reglas».
No obstante, el jefe de Gabinete aseguró que la administración de Milei cree que en efecto son «un mal impuesto y su destino es que sean eliminadas», pero no ahora porque «sería irresponsable ante la situación fiscal» dado que «no habría capacidad en este momento de reemplazarlas».
De esta forma, el informe de Guillermo Francos a Diputados le sirvió al Gobierno para entrar en el feriado largo con el clima triunfal que busca cultivar desde la firma del acuerdo con el FMI y el levantamiento del cepo al dólar, así como empezar a delinear una campaña electoral muy enfocada -por ahora- en la economía y la «mejora» de indicadores clave como el consumo y el crédito, mientras se prepara para afrontar la semana próxima un nuevo capítulo del tema que más lo incomoda: el escándalo $LIBRA.